En Colombia, son muchísimas las compañias que operan inescrupulosamente con software pirata. La adquisiciòn de licencias implica un gran costo que muchas empresas incipientes tratan de esquivar. Más allá de las consideraciones éticas (el justo pago a quienes desarrollan aplicaciones), más allá de las implicaciones legales (pues el debate sobre la autoridad intelectual, derechos y regalías sigue vigente en el país), hay una consideración fundamental que encierra las diferencias entre usar software pirata y adquirir las licencias adecuadas: solo las licencias de software original tienen garantías y apoyo de sus fabricantes.